Que estoy comiendo en la cuarentena.
- Alina Arellano
- 11 abr 2020
- 3 Min. de lectura

En estos días de cuarentena, la consulta más recibida en mis mensajes es: ¿Qué puedo comer todo el día que no me engorde?, la mejor manera de responder a esto, es con otra pregunta ¿De que tiene hambre tu cuerpo?.
Se sabe que existen muchos tipos de hambre y que el término se ve afectado o beneficiado según se aplique el juicio, no es lo mismo decirte a ti mismo ¡Es que siempre tengo hambre! ¡Me comería una vaca! a opinar de alguien más: ¡Es que x´s persona siempre tiene hambre de crecer! ¡Se quiere comer el mundo!
Existen más de 10 tipos de hambre, pero hablaré de los más comunes y los que estamos experimentando desde casa.
Empecemos entendiendo que hambre puede ser una manifestación o sensación de vacío o anhelo de algo, cuando da síntomas como movimientos de intestino, dolor de cabeza o cansancio, se le llama hambre nutricional, muchos la llaman real y hay dos formas de resolverla, la primera es bebiendo agua y la segunda comiendo cosas de calidad.
El hambre nutricional no se quitará nunca a menos que ofrezcas nutrientes de calidad de comida real, huevos, legumbres, verduras, frutas, aguacate etc.. si nutres esta hambre con bollería o snacks fritos, esta volverá a la hora y así sucesivamente.
Pero si eres de las personas que comen saludable, pero llega un momento del día en que sientes un hambre feroz, entonces puede ser que estés frente alguna de estas hambres.
Hambre de atención a tus necesidades y a ti mismo: estás todo el día trabajando en los demás, te descuidas por cuidar de otros (trabajo, amigos, hijos, familia, mascota).
Hambre de placer: El cuerpo humano está diseñado para sentir placer, cuando no lo recibe por mucho tiempo, mandará señales y alertas que muchas veces callamos comiendo algo “palatable”, que detendrá el estímulo unas horas, pero el cuerpo al no satisfacer la carencia real, pedirá más, date cuenta que tu cuerpo pide salsa, quiere ejercicio, movimiento, meditación, vida sexual, buen descanso, horas de sueño.
Hambre de seguridad: Si tuviste una carencia emocional o económica de pequeño, puede ser que busques tener la nevera siempre a tope, buscando cubrir esas necesidades pasadas.
Hambre emocional: Cuando una emoción llega a ti, hay dos formas de afrontarlas dependiendo de cual sea, si es alegría, comerás para alargar este sentimiento, si es tristeza comerás para nutrir la carencia, así es comerás y comerás, a menos que aprendas a enfrentar tus emociones y atenderlas con algo que no sea comida.
Esta es la que estamos experimentando desde casa, va ligada a la presencia de sentimientos como la ansiedad que puede ser ocasionada por ver noticias alarmistas o compararte con otros que, desde casa siguen siendo felices, hacen rutinas de ejercicio, comen bien y son aparentemente más guays que tu.
También está el aburrimiento, que puede manifestarse por muchas causas como falta de motivación, falta de metas, falta de sentido de la vida, desorden o caos de tus deberes, etc.
Así podría seguir uno a uno detectando sentimientos que nos hacen comer para frenar el dolor pero será mejor si frenas tú y analizas a que le debes prestar atención antes de llegar a tu colación numero 9.
No es un tarea fácil, es enfrentarnos con algo que no queremos ver, incluye hacer cambios fuertes como dejar una relación o un matrimonio, hablar con tu jefe, conocer tus carencias emocionales y experimentar todo más a fondo y eso puede doler, sentimiento muy odiado y poco tolerado.
Pero no tienes que hacerlo solo, para eso estamos los nutricionistas y psicólogos, que en equipo multidisciplinar podemos guiarte poco a poco, así que esta cuarentena regala a tu vida autoconocimiento y así como no sales a la calle para cuidar al mundo, cuidate a ti desde dentro, nunca mejor dicho.
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